Esto es lo que debes saber si vas a transportar alimentos refrigerados por Colombia

¿Cómo es posible consumir pescado fresco de mar en una ciudad en la mitad de las montañas de Colombia? Alguien tiene que encargarse de llevarlo desde las poblaciones costeras hasta la mesa de un habitante de Bogotá, Medellín o Pereira, asegurándose de que ese alimento refrigerado viaje bajo las condiciones idóneas e inocuas para que no pierda su calidad ni se dañe durante el recorrido.

El transporte de alimentos refrigerados —o de otro tipo de carga que requiere mantener la cadena de frío— debe ser llevado a cabo por empresas que tengan la capacidad de asegurar que se mantendrá la temperatura indicada durante todo el recorrido, asegurando la integridad física y las propiedades de los productos, que pueden ser alimentos, pero también flores, químicos o medicamentos como las vacunas, que se han vuelto fundamentales por estos días. 

Hay que tener en cuenta que, de acuerdo con la temperatura que debe mantener la carga, se habla de producto:

• Congelado, que debe mantenerse a temperaturas inferiores a los -10^o C.
• Perecedero, que debe mantenerse a temperaturas superiores a los -10^o C.

• Refrigerado, que debe conservar una temperatura entre los 0^o C y los +4^o C.
• Atemperado, que debe conservar una temperatura entre los +15^o C a +20^o C. 

Los vehículos para transportarlos deben, entonces, asegurarse de poder mantener las condiciones requeridas para cada producto, lo que no es otra cosa que la conservación inalterable de las características físicas, químicas y organolépticas que los hacen aptos para el consumo humano.

Y aunque podría pensarse que solo las carnes necesitan transporte refrigerado, hay otros sectores que también requieren de esa especialidad para mover sus productos entre diferentes destinos: como las frutas, las hortalizas e incluso las flores y los medicamentos.

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¿Cómo deben ser los vehículos para el transporte de alimentos refrigerados?

Las empresas de transporte de carga refrigerada, para hacerlo de manera correcta, deben contar con vehículos equipados para mantener la temperatura del producto, refrigerado o congelado. 

Según la legislación colombiana, en el país se definen así estos vehículos:

• Unidad de frío o refrigeración: equipo que mantiene en forma controlada la temperatura de un contenedor o de la unidad de transporte para productos que requieren refrigeración o congelación. La unidad de transporte es el espacio destinado en un vehículo para la carga a transportar, en el caso de los vehículos rígidos se refiere a la carrocería, y en los articulados al remolque o al semirremolque.
• Vehículo isotermo: es un vehículo cuya unidad de transporte está construida con paredes aislantes, incluyendo puertas, piso y techo, y que permiten limitar los intercambios de calor entre el interior y el exterior de la unidad de transporte.
• Vehículo/furgón refrigerado: vehículo isotermo, que posee una unidad de frío. Esta permite reducir la temperatura del interior de la unidad de transporte o contenedor a -20º C y de mantenerla, inclusive, para una temperatura ambiental exterior media de 30º C.

Ahora, según dicha legislación, estos vehículos deben tener ciertas características, entre ellas:

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Beneficios del correcto almacenamiento y transporte de productos refrigerados

“El control de la cadena de frío efectiva permite reducir el desperdicio alimentario, garantizando la calidad y duración de los alimentos desde su cosecha hasta el consumidor final”, dice el informe de Logística de perecederos y cadena de frío en Colombia, publicado por Procolombia.

Para las empresas de los sectores pecuario, acuícola y de la agroindustria, entender que el transporte en vehículos que conserven la frescura de sus productos es fundamental puede ser la diferencia entre la pérdida y la conservación de su producción.

Pero una vez comprendido ese tema, es vital encontrar una empresa transportadora que cuente con la experiencia y los vehículos para poder mover las cargas sin afectarlas, cuidándolas desde su punto de origen hasta que llegan a su destino final.

Es decir, una empresa que esté en capacidad de cumplir con la logística que implica conservar la cadena de frío requerida, asegurando todas las características y la calidad de los productos refrigerados y congelados que se tienen que transportar.